Nunca hay flores para Papá

rose-165819_640 (1)Entre zarandajas, dimes y diretes, “Y tú más” y otras lindezas los hijos y Papá pierden muchos de sus tiempos. Hoy toca arrimar el ascua a mi sardina, más no hay atisbo de buscar excusa alguna para los numerosos errores cometidos. Es por ello que debo decir y digo lo que sigue:
PRIMERO: Nadie en enseñó a ser padre. Sigue leyendo