Me acostumbré a tus ausencias. Aprendí a vivir así, construyendo sueños de enamorada primeriza, inventando recuerdos, luchando por echarte de más para poder olvidar todo lo que te echo de menos.
Ebria de ilusión esperé, preludiando caricias, besos , y abrazos.Conjuré a la distancia para que te trajera conmigo.
Tú, un trotamundos de espíritu libre, corazón helado y poco dado a los sentimientos. Acallas tu conciencia con alguna que otra llamada clandestina.
Hoy veinticinco de Abril,para mi, llegó una primavera con flores; aunque solo sea por el sencillo y efímero ramo de lilas que me has regalado.