Ocurrió no hace mucho, allá por 1987, para ti es mucho ¿verdad? Tenías 5 años y vimos juntas el gran cometa. Decían que no pasaría hasta dentro de miles años. Ya no estaríamos aquí ninguna de las dos. Pero la noticia no nos importó. Nos tumbamos en las hamacas corroídas por el sol, nos tapamos con la manta y mientras tú bebías un jugo de naranja yo disfrutaba de una cerveza importada. Hablamos. Me contabas que cuando fueras mayor serías astronauta. Que volarías por encima de los edificios que nos rodeaban. Que me llevarías contigo para que viera la Tierra igual de diminuta que una margarita que señalabas con tu minúsculo dedo. El tiempo pasó, te hiciste pediatra, y hoy vives lejos de mí. Mi pequeña. Mi pequeña navegante espacial. Mi luz en el cosmos. Mi flor, la pequeña flor de mi vida, que perfuma mi orbe, desde la lejanía.