Al partir, un beso y una flor… la mirada al frente, el corazón encogido. Madre decía que no había que llorar, que nos echaban por ser judíos. Sigue leyendo
Al partir, un beso y una flor… la mirada al frente, el corazón encogido. Madre decía que no había que llorar, que nos echaban por ser judíos. Sigue leyendo