UN HOMBRE MATO A UNA MUJER

UN HOMBRE MATÓ A UNA MUJER
No es el segundo poema de BURLA HABEMUS, pero he querido adelantarlo porque el tema es indigno e indignante. Ha de sentarle mal a algún presunto hombre, macho ibérico descerebrado sin duda. Si consigo evitar al menos una bofetada a una mujer habrá merecido la pena:
UN HOMBRE MATO A UNA MUJER

Un hombre mató a una mujer.
Se cebó: cien puñaladas fueron,
mil patadas y otros tantos golpes.
Ninguno lo sabía, pero algo antes sucediera,
sin demandas, ni denuncias.
Siempre a voces y con violencia en sus días.
¿Y alguien de todo ello conocía?
Parece ser que nunca nadie sabe nada.
Ella tal infierno sin contarlo soportaba,
hasta la ilusión y el aliento perdió.
Una maldita mañana el perro varón
a traición culmina su felonía
liquidando a quién no lo merecía.
El asesino enseguida cae en la cuenta
de esa obra salvaje que lleva su firma
y tanto asco así mismo se dio
que intentó enseguida el suicidio,
más, qué curioso, sin conseguirlo.
¿Podías haberlo pensado con antelación?
So asqueroso, mugroso, miserable…
Un hombre mató a una mujer,
yace ya exangüe, muerta, lista.

No tendrá segunda oportunidad,
ni ese rostro pintará jamás sonrisa,
ni vivirá otra vida nueva mejor.
El pagará menos de lo que debiera
como autor de semejante horror.
Un hombre mató a una mujer:
la sociedad siente rabia tibia,
tan solo cosa de pocas horas.
Al cabo muchos decesos repetían
sin reacción, sin freno, sin solución…
¡Qué situación tan indigna!

 

¿BURLA HABEMUS? ¡QUE EL SEÑOR NOS VALGA!

¿BURLA HABEMUS? ¡QUE EL SEÑOR NOS VALGA!
Voy a ir publicando poco a poco un poemario completo de poesía burlesca para atizar un poco a la sociedad en general o provocar alguna sonrisa, que falta hace. Son poemas variados en temática y forma. La burla bien entendida empieza por uno mismo y en este primer poema lo hago. Al final explico el sentido del poemario. Ojalá que os guste y lo compartáis mucho. Gracias.
¿BURLA HABEMUS? ¡QUE EL SEÑOR NOS VALGA!

A qué viene ahora este haragán, tan pendenciero…
Compone estrofas necias creyéndose lumbrera
y reparte leña, fuego, estopa por doquiera.
¿Removerá las insulsas seseras del tiempo nuestro?
¿Burla habemus?
Y qué pensáis sobre tal individuo chufla, majadero,
si aquí andábamos todos muy serenos, calladitos:
ciudadanos, políticos, lelos, listos, pobres, ricos…
¿Querrá entonces sacarnos de quicio dicho sujeto?
¿Burla habemus?
Podríamos confabular algo contra tamaño desecho…
Majémosle sus huesos: manos, brazos y piernas.
Quemémosle despacito en una enorme hoguera.
Seguro que éste viene a tocarnos los…cimientos.
¿Burla habemus?
“Éste” solo pretende hacer mofa, presunto Quevedo,
con voluntad de crítica perversa, sutil, acida y severa,
a base de crudo verso, duros poemas, poesía pinturera,
cual zote Quijote solucionando enconados entuertos.

Burla habemus, sí.
¡Que el Señor nos valga!

¿A QUÉ VAMOS: A SETAS O A RELOJES?

¿A SETAS O A RELOJES?

 Debiéramos aclararnos, ya es hora ¿A qué vamos: setas o relojes?

Corren los siglos, vuelan, y los males que aquejan al Hombre son siempre similares,

repetidos con inquina. Más bien pareciera que ahora perdimos bastante el norte.

Género humano que patina, del semejante indefenso se olvida en horribles avatares.

Pocos de verdad recapacitan ante tanta felonía, aún menos dan soluciones.

Para qué la vida vale si mueren no muy lejos demasiados, millones, de cruel Hambre.

Para qué la vida vale si fácil te pegan tiro o te vuelan por los aires en fatídicas combustiones.

Para qué la vida vale si migraciones son aquel puñado de malhechores de alegre viaje.

¿Contamos niños asesinados, mutilaciones, maltratos, pobres, violaciones, vejaciones,…?

Qué otros “honores” habremos de enumerar, hoy tan asiduas y patéticas realidades.

 Debiéramos aclararnos, ya es hora ¿A qué vamos: setas o relojes?

Encima la vieja Democracia muere lentamente víctima de tanto impresentable, borricos.

Dónde buscar políticos con talento y estima, formados, que la tremenda desidia evaporen

acercando pueblo y gobierno, sujetos de primera que administren sensatos, con principios.

La política… Ay la política: cuando los intereses tiemblan a por balas, a por cañones.

Todo se compra, todo se vende, todo tiene buen precio si apuntan los billetes al bolsillo.

Dibujamos muros y fronteras que antes se borraron, absurdo, trasnochadas decisiones.

Muy demócratas somos, una barbaridad, aunque si el vecino opina diferente, algo distinto,

enseguida le insultamos. Razones tan razonables, las mejores, las propias y por bemoles.

Revolucionarias revoluciones rebeldes no quedan, difuminadas a tiranías, dolores o delirios.

 Debiéramos aclararnos, ya es hora ¿A qué vamos: setas o relojes?

Habremos de reconocer, honestos, que vagamos desorientados. Hemos variado rumbo seguro.

Tan lejos andamos de reflexionar prudentes averiguando la verdad ante el espejo severo:

deambulamos etéreos, livianos, como si no fuera con nosotros lo que pasa en este mundo,

cómodos, mudos, negando cualquier pesado equipaje para cargar sobre los hombros nuestros,

enredados sin salida en no se sabe qué redes, a la deriva, ávidos de esclavizante consumo.

Tibios afrontamos holocaustos, masacres y guerras, como ordinario e insípido menudeo.

No hay más compromiso que el de unas singulares minorías, solidarios, voluntarios fecundos:

aquellos que eligen otro paso distinto dejándose el alma, la piel y hasta su sangre en ello.

Son individuos auténticos, rara avis, jamás ponen excusas, involucrados y ejemplares, justos.

 Debiéramos aclararnos, ya es hora ¿A qué vamos: setas o relojes?

Si fueran relojes: seguir viviendo de forma boba y presuntamente feliz, hipócritas sin mesura

pues los cimientos de nuestra civilización se quiebran. Acechan mil estragos con palpitaciones

de que para el derrumbe no resta. Anuncian tamaño riesgo salvo que enderecemos hechuras.

Si setas fueran: poner los pies en la tierra venciendo a estériles amos, reparar viejos errores

e intentar aliviar males ajenos, afines o alejados. Procede emplear verdad, bondad y cordura.

Enarbolar el cariño por bandera, soñar ilusiones, sin violencia, sin obtusas obsesiones.

 El futuro está pronto aquí, es mañana. No hay un instante que perder en banales chaladuras.

Allá cada cual adopte su posición, para utópica rebelión no habrá boyantes opciones

si fracasaron todas ya menos la individual. Osada apuesta, pero agotamos otras aventuras.

 

En fin…, decídanse, urge, ya es hora ¿A qué vamos: setas o relojes?