El pasado 27 de noviembre de 2014 en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla Gonzalo Martín Gallego presentó “Las flores de tu vida”. En su exposición hizo apuntes biográficos del autor, así como de sus obras anteriores. Además, realizó un precioso redorrido hablando del color azul y el mundo de las flores, finalizando con un alarde sobre las virtudes de libro en cuestión. Su magnífica intervención fue reconocida y aplaudida por el propio autor y por todos los asistentes. Incorporamos el texto completo: “Mi amigo y muy querido Fernando Ángel Lumbreras García nació en Cáceres el 30 de mayo de 1963. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Extremadura, tierra a la que vuelve cada vez que tiene ocasión para disfrutar de su gente, de sus amigos y de su familia. Vive en Tomares (Sevilla) y, como ya he dicho, sin romper nunca y bajo ningún concepto su vinculación con la tierra que le vio nacer. Su carrera profesional la ha desarrollado aquí en Sevilla, trabajando siempre en entidades financieras en el ámbito de los impagados, departamentos de recuperaciones y recobro. Pero es su lado artístico y literario, y, sobre todo, su dimensión humana la que hace que nos encontremos hoy aquí.
Debo comenzar diciendo que como todos conoceréis Fernando, es un prolífico escritor. En 2009 publica EL MOROSO, ese gran desconocido (divertimento), en el que además de tratar con el respeto y la seriedad que requiere el tema de los impagos, mezcla con suma destreza ecos de sociedad, inminente actualidad, rigor científico y económico y cuestiones jurídicas salpimentadas con fino humor. Es difícil nadar por estos cauces y guardar a su vez la ropa, y Fernando lo consigue: como hábil didacta, nos arranca la sonrisa y nos pone al corriente de la calle, de las ruinas y miserias de la gente y de sus penalidades y nos hace aprender acerca de los vicios y comportamientos de la sociedad de consumo, hasta que el lector descubre y construye su moraleja final. AZULPOESIA, es el título de su segundo libro, publicado en el 2010, como su propio nombre indica es un libro de poemas con distintos temas y tópicos que representan las constantes en su vida: el amor, el mar, la poesía burlesca y los poemas que regala a personas de su entorno. Su tercera obra, HISTORIAS AZULES, publicada en el 2013, recoge 21 textos en los que se esfuerza en explicarnos la importancia del color azul en su vida. Aquí, haciendo uso de recuerdos y vivencias nos regala ideas, sentimientos y testimonios que con seguridad han sido claves en su pasado. Curiosamente, en todos esos episodios, el color azul estuvo presente de alguna manera, el azul se revela como color talismán, como cualidad clave o llave para que ocurran determinados sucesos, para que las emociones afloren en experiencias vitales, sentidas y marcadas con hierro de color azul. Su última obra ha sido, al menos de momento, LAS FLORES DE TU VIDA. Un libro que me sorprendió nada más que lo tuve entre mis manos: tengo que confesar que ello se debió, a la suavidad de su portada. Antes de abrirlo lo acaricie y me quedé sorprendido de su textura, me costaba abrirlo, pues su tacto era y es muy agradable. Una vez que pude dejar de acariciarlo, me di cuenta que no se trataba de un libro al uso, de un libro destinado a la lectura, sino de un libro para regalar, para compartir, para completar y releer cuando el tiempo haya transcurrido. Un libro muy personal, no ya por la singular personalidad de su autor sino por la intencionalidad con la que fue concebido y creado: será el lector, es decir, la persona obsequiada y regalada, quien termine de escribirlo, por eso decimos que se trata de un libro muy personal. Nadie mejor que quien lo posea podrá completar con sus flores, con sus vivencias y sentimientos los huecos que en el mismo, el autor ha dejado para ello. Un libro en el que contar historias a través de las flores, de los detalles, de las vivencias, de los momentos que nos han marcado.
Como es evidente, el color no me sorprendió ya que el AZUL es el único color que existe para Fernando; de hecho me comentaba que había pintado una de las paredes de cada una de las estancias de su casa de color azul, y me quede igual de estupefacto cuando va y me dice que tuvo el valor de hacerlo, eso sí, durante una semana en la que, su contraria, como él la denomina, estuvo fuera de la casa de viaje.
Mi amigo Fernando, al que conocí un 4 de abril del año 2002 sentados a la misma mesa en la boda que no solo unió a nuestros respectivos primos, sino que también lo hizo con nosotros, no ha dejado de sorprenderme desde entonces. Fernando ha sabido sobreponerse a caídas en el ámbito laboral y, en lo personal, a los vaivenes de la vida sin perder en ningún momento la compostura, el sentido del humor y su vitalismo, transmitiéndolo a quienes estaban a su alrededor. Fernando ha sido y es un “lumbreras”, un místico muy pragmático, un soñador con raíces profundas que de nuevo volvió a sorprenderme el día que vino a verme a mi despacho para mostrarme su nueva creación y proponerme que tuviera el honor de presentarlo.
Como no puede ser menos, no puedo dejar pasar este momento sin hacer un pequeño homenaje al color azul, que es el color, como ya he mencionado, que sirve de raíl para que este maquinista avance sin parar en su prolífico crear y que nos ha permitido participar de su obra y encontrarnos hoy aquí. Es el azul el color del cielo y del mar, asociándose el mismo a la estabilidad y a la profundidad, características de su persona. El azul es un color utilizado en la ropa desde siempre, cuanto más brillante era el azul en la ropa más alto era el nivel del dueño, de hecho el manto de coronación de los reyes franceses era, desde el siglo XIII, azul luminoso, conocido como “azul real”. El Arte es el azul, como decía Victor Hugo, uno de los autores más significativos del romanticismo francés. El azul es también un color utilizado por Rubén Darío y también por uno de los primeros poetas modernos en España, Gustavo Adolfo Bécquer, quien lo utiliza para referirse a los fenómenos naturales como el mar el cielo o la noche y también en los ojos azules de una mujer. Es también un color muy importante para los poetas modernistas como José Martí, de quien Fernando incluye la presente poesía en su libro:
“Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
El corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo,
cultivo la rosa blanca”
Igualmente, Picasso tuvo su época azul, muy fértil y creativa. También podemos disfrutar del azul en la estética arquitectónica, en el azul de las cúpulas azules de las iglesias, que pretende transmitir la sensación de cercanía del cielo y su Dios con nosotros. Es el azul un color que presenta otras muchas connotaciones, como por ejemplo, su término anglosajón da nombre a todo un género musical, me refiero al blues, música nacida entre la comunidad negra estadounidense. Su nombre hace referencia evidentemente al color, pero en inglés blue significa también triste y melancólico. Los representantes de muchas naciones, como la Reina de Inglaterra o el Rey de España lucen en las grandes ocasiones, como máximo distintivo, una banda azul celeste que cruza el pecho desde el hombro hasta la cintura representando el reconocimiento a los grandes méritos. En Francia la expresión “cordon bleu”, se usa como sinónimo de cocina excelente. En la bandera olímpica los cinco aros entrelazados entre sí representan a los cinco continentes. El aro rojo a América por el color de la piel del pueblo indio, primeros habitantes de aquellas tierras; el verde a Australia, el negro a África, el amarillo a Asia y el azul a Europa. Europa es azul porque, cuando se creó la bandera olímpica, era el continente con los mayores contrastes culturales, políticos y económicos, y el azul era un color que podía encontrarse en todas las religiones pero no así en todas las opciones políticas. Era el color ideal para la paz. No olvidemos los cascos azules. La expresión sangre azul, referida a la nobleza, es de uso internacional y proviene del español. Los nobles españoles tenían la piel mucho más clara que los plebeyos debido a su procedencia y a sus matrimonios con miembros de las cortes del norte de Europa, y evitaban el sol para proteger su palidez. En las pieles blancas se destacan mucho las venas azuladas, y por eso creían los campesinos, de piel más oscura y tostada por el sol, que por las venas de los nobles corría sangre azul. Y como ya Fernando tiene su libro en Facebook, no sé si os habéis fijado en que Facebook también eligió el color azul, pero ello fue porque su creador Mark Zuckerberg no distingue el rojo y el verde, no porque tuviera ningún tipo de predilección por el mismo.
Y, tras este homenaje a Fernando, destacando la importancia de su color favorito, no quiero finalizar sin detenerme también en la relevancia que en su nueva obra tiene la flor.La flor como testigo permanente y eterno de los sentimientos que el lector va a depositar en las azules páginas del libro, la flor como extensión de la savia que circula por nuestras venas y arterias y que emana de nuestros corazones y que no es más que la sangre de aquel dragón que fue sacrificado para la mayor felicidad de los pueblos, la flor que representa la alegría de vivir, la explosión de la naturaleza y de los instintos, de los sentimientos y de las emociones. Con este libro y con las flores que van a dormir entre sus páginas, Fernando nos invita a vivir, a ser felices, a tener ilusión, a renovar nuestras expectativas y emociones, a escribir nuevas páginas de felicidad y, en definitiva, a tener esperanza, partiendo de una actitud optimista y vital. Vivamos pues vivir merece la pena.
Agradecerte Fernando que esta presentación haya servido para desconectarme por unos momentos de mi mundo material, y me haya permitido estar aquí, un rato, compartiendo este instante contigo y con todos vosotros. Deseo que quienes adquieran Las Flores de tu vida comprendan que el objeto-libro que tienen entre sus manos les va a solicitar que se detengan ante cada una de sus páginas el instante necesario para completar las mismas con un sueño, una idea, una ilusión, una fantasía, una sensación, un deseo, un sentimiento, una esperanza cada día.