Sucedió en San Valentín, seguro que Murphy y sus dichosas leyes tuvieron algo que ver. “Si algo malo puede suceder, sucederá”. Cuántas veces me habré reído yo de esa frase… El día anterior elegí el ramo, siete hermosas rosas blancas, una por cada año juntos. También escogí el otro con cinco llamativos pensamientos, uno por cada mes compartido. Dos ramos para las dos mujeres de mi vida. Sonará a tópico, pero las quería tanto a las dos que sería incapaz de prescindir de ninguna. Hasta entonces había sido discreto, a nadie confié el mayor de mis secretos, ser capaz de amar a dos mujeres a la vez. No lo entenderían.
Sucedió en San Valentín, ese día dos mujeres recibieron sendos ramos en señal de mi amor, pero por error, yo recibí cuatro regalos, los suyos y los que ellas querían enviar a sus amantes.
No lo entendí.